Otro gran amigo y maestro que se va....


Miguel Prisciliano Juárez fue uno de mis más grandes amigos, maestro que me condujo en mis pasos iniciales en el mundo de la organería. 

También uno de los primeros intérpretes de mis Instrumentos, junto a Sylvia Leidemann y Claudio Di Véroli. 

Miguel pasó incontables e incansables horas en mi taller, a fines de la década del '80, ayudándome a encontrar el punto óptimo de voicing y regulación de mis primeros claves y virginales. 

Me introdujo en el estudio grandes tratados de organería. Junto a también a los maestros Rafael Ferreyra y Enrique Godoy, me acompañó en mi primer aventura de construir un órgano barroco. 

Miguel Juárez es el autor del primer y único Censo Nacional de Órganos de la República Argentina, en el que describe detalladamente todos los órganos de los que tuvo noticia o pudo relevar, sobrevivientes o extintos. Un libro, un documento imprescindible e importantísimo, para organistas, organeros y musicólogos. 

Dedicó con el más inmenso fervor su vida a la música, como organista, clavecinista, investigador, docente y hasta director de ensambles de Canto Gregoriano. 

En todas estas disciplinas alcanzó un nivel de máxima excelencia, tanto en lo artístico como en la faz históricamente documentada. 

Y por sobre todo, fue una persona de sentimientos nobles, solidarios, amigo incondicional, siempre dispuesto a poner el hombro y trabajar hasta el límite del esfuerzo humano. 

Una pérdida inmensa e irreparable para la Música, la Musicología y para todos sus amigos, discípulos y admiradores de su arte.

Adiós querido Miguel. Descansa en paz luego de tu inmensa y maravillosa obra.


Hacemos nuestras las palabras de Marianne Lilian Pérez Robledo, entrañable amiga y maestra luthier, a quién agradecemos profundamente por permitirnos compartirlas aquí, ya que representan y sintetizan lo que quisiéramos expresar sobre nuestro querido y recordado amigo Miguel.

Vayan de modesto homenaje.




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